El pasado fin de semana, Centinela del Cóndor abrió sus puertas a un evento que rindió homenaje a la riqueza y la diversidad del Jardín Ecológico de la Amazonia.
Esta gran feria congregó a cientos de asistentes, quienes disfrutaron de una jornada repleta de sabores, tradiciones y espectaculares exhibiciones. El evento, organizado por el Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) Municipal de Centinela del Cóndor, en colaboración con la Cooperativa de Producción Ganadera Zamora Chinchipe, contó con la destacada participación de ganaderos y emprendedores locales y provinciales.
Dentro de la programación ganadera se realizó la elección de la mejor vaca lechera, la exposición de ganado bovino de diversas razas, y la entrega de reconocimientos a los ganaderos más destacados, quienes han realizado una ardua labor en pro del desarrollo y la innovación de este importante sector productivo. Además, la feria brindó una oportunidad invaluable a los emprendedores, quienes ocuparon stands para exhibir y comercializar sus productos artesanales, gastronómicos y agrícolas.
Modesto Vega, ciudadano del vecino cantón Nangaritza, manifestó “Estas son las ferias que motivan al agricultor, al ganadero, a la gente del campo… mi agradecimiento y felicitación al señor alcalde de Centinela, a los señores concejales. Centinela nos está enseñando como se tiene ganado de calidad, hemos aprendido el día de hoy muchísimas cosas y que podemos también multiplicarlo para los demás cantones hermanos”.
En el ámbito cultural, el festival deslumbró a los asistentes con presentaciones de danzas tradicionales, que reflejaron la riqueza del folclore y las costumbres de la localidad. Además, la brillante actuación de la talentosa artista nacional Paulina Tamayo cautivó al público con su talento.
La nutrida asistencia, tanto de habitantes de la zona como de visitantes de otras partes de la provincia y del país, es una clara muestra del interés y la atracción que este festival despertó en el público.
Este evento no solo sirvió para conmemorar el Día del Padre, sino que también se convirtió en un poderoso vehículo para exhibir, promover y preservar la riqueza cultural, gastronómica y ganadera de Centinela del Cóndor, fortaleciendo los vínculos comunitarios y el orgullo de pertenencia.